¿Hacia dónde va el libro? Sí, el libro en papel con olor a
tinta. Porque si escuchamos la palabra libro, la imagen mental que se nos
representa es la de varias páginas encuadernadas bajo una portada con
ilustración o fotografía más o menos vistosa, ¿o no?
Estamos viviendo una reinvención
del libro, y por ende de las librerías, que a este paso o se suben al carro de
la era digital, o terminan convirtiéndose en hamburgueserías. Es el caso de la
mítica librería barcelonesa Catalónia, que tras ochenta y ocho años de
existencia se ha visto obligada a cerrar y a que en su local de 800 metros
cuadrados se instale un McDonald’s. Más recientemente, a finales del 2012 lo ha
hecho otra barcelonesa: Proa Espí. Y si nos atenemos a las grandes capitales y
sólo por citar el último ejemplo, Rumor, en Madrid, también ha echado el
candado.